lunes, 12 de diciembre de 2016

¿Parar de sufrir?

Presentado: Jesús Briseño Sánchez


¿Parar de sufrir?

INTRODUCCION
Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas; porque vergonzoso es aun hablar de lo que ellos hacen en secreto. Mas todas las cosas, cuando son puestas en evidencia por la luz, son hechas manifiestas; porque la luz es lo que manifiesta todo. (Efesios 5.11-13).Los años setenta del siglo 20, vieron en Brasil el nacimiento de una de las más perniciosas sectas de la historia, la autollamada Iglesia Universal del Reino de Dios.
Con millones de seguidores y presencia en más de 46 países, se ha convertido a su vez en el grupo religioso de más rápido crecimiento a nivel mundial; este fenómeno es debido sobre todo a su voracidad económica, que le permite a la organización recaudar casi mil millones de dólares al año.                                       Puede entenderse entonces, la impunidad con la que operan en tantos países, comprando y/o burlando con suma facilidad a las más altas autoridades.
El presente estudio, se compone de un análisis bíblico de sus doctrinas y enseñanzas, de su origen, historia y organización, examinando para ello el material que la misma secta posee en su sitio oficial de internet. De la misma forma, no podemos dejar de referirnos al negro historial delictivo de sus líderes, surgido esto no de rumores o leyendas, sino de actuaciones oficiales de autoridades de diferentes países americanos, así como en investigaciones periodísticas de serios y conocidos medios de comunicación, también de varias naciones. Nuestro único propósito, es que la Palabra de Dios abra los ojos a todas aquellas personas que han caído en la manipulación psicológica y financiera de estos delincuentes, y prevenir a quienes han tenido o buscado un acercamiento con dicha iglesia.
EL ORIGEN
La Iglesia Universal, ¿es la iglesia que Jesucristo fundó? “Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.” (Mateo 16.18)
Si en todo análisis atendemos a lo que Nuestro Señor Jesús nos dice, la pregunta precisa que debemos hacernos es: la Iglesia Universal del Reino de Dios ¿es la iglesia que Jesucristo fundó?No se trata de preguntarnos si es un buen grupo religioso o no, o si habla de Cristo o no. Jesús nos habla en su palabra de una iglesia que habría de establecer; las páginas del Nuevo Testamento están llenas de datos, referencias y descripciones acerca de su iglesia.
Pero en las páginas de la Biblia encontramos a la iglesia de Cristo identificada como “la iglesia de Dios”, “la grey del Señor”, “el reino de Dios”, “las iglesias de Cristo”, etc. Y no, no encontramos a una organización religiosa llamada “Iglesia Universal del Reino de Dios”. Ahora, si el vocablo griego “eklessia”, transliterado como “iglesia” en la Biblia, significa asamblea, y si esta es llamada por Dios asimismo “mi reino”, ¿Cómo puede haber una “iglesia del reino”? ¿Podría también llamarse: “iglesia de la iglesia”?
Por eso es preferible quedarse con la mente de Dios revelada en su palabra, y referirnos a su iglesia tal y como El se refiere, evitando términos y apodos, nombres pomposos surgidos del pensamiento humano y que solo nos llevan al ridículo.
Las iglesias de Cristo no tienen nombre propio dado por Dios, sino que la expresión refleja la relación, dependencia, propiedad y comunión con Jesucristo, y no un apelativo que deba usarse para ponerle nombre a la iglesia. Lo sorprendente del caso, es que ellos, los mismos miembros de la Iglesia Universal, reconocen que no son la iglesia que Jesucristo fundo. Y hacen esto en su sección principal de la página, llamada “Historia y Fundamentos”. Donde se espera que se refieran a los textos bíblicos que enseñan sobre el establecimiento por Dios de su iglesia en Jerusalén, ellos ponen lo siguiente:
“Hablar de la Iglesia Universal del Reino de Dios es lo mismo que describir un milagro. La pequeña semilla nacida en el corazón del joven Edir Macedo, en abrir una puerta que enseñase al pueblo a tener fe en un "Dios Vivo", sólo brotó cuando él resolvió dar el primer paso: sin condiciones para alquilar un inmueble, pasó a realizar reuniones en la calle, más exactamente en un tablado en el Jardín de Méier.”
En este solo párrafo, se encuentran infinidad de expresiones que no solo ignoran la voluntad de Dios sino que van directo contra su palabra.
Ahora resulta que el surgimiento de la iglesia fue debido a una “pequeña semilla nacida en el corazón de Edir Macedo”, y además se afirma que esta “solo broto cuando él se resolvió a dar el primer paso”.
Sin embargo, las Santas Escrituras nos revelan que el plan de salvación que inauguraría el nuevo pacto y con ello haría surgir a la iglesia de Dios, se diseñó no solo en la mente de Dios, sino desde antes de la fundación del mundo.
Así dice el Señor:
“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado,” (Efesios 1.3-6)
Antes de que hombre alguno viniera a existir, Dios, en su infinita y omnisciente sabiduría, en pleno uso de su soberana potestad, tuvo la iniciativa de predestinar un pueblo, una nación santa, rebaño que se acogería en sus poderosos brazos, y representaría aquel reino inconmovible del cual hablaron todos los profetas, aquel reino que no tendría fin, que resistiría la potestad de la muerte, y cuya existencia se prolongaría por la eternidad en los mismos cielos de donde surgió el plan divino de salvación.
Y todo esto según el puro afecto de su voluntad y en manifestación de su amor y gracia infinitos. No señores, la iglesia verdadera no surgió del corazón de ningún hombre, no fue fundada por un hombre y no necesitó, pero para nada, de la iniciativa de hombre alguno. Además, ¿cómo es que Edir Macedo abrió “una puerta que enseñase al pueblo a tener fe en un "Dios Vivo"”? ¿Edir Macedo es acaso Jesucristo? Pues de sí mismo habla Jesús cuando dice:
“Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos. (Juan 10.9)
Si Jesús ha declarado que es la puerta por la cual el hombre puede entrar a la salvación y a la comunión con Dios, ¿que puerta entonces abrió Edir Macedo en Brasil? ¿Qué otra puerta necesitaba ser abierta por el hombre pagano?
Si queremos conocer a Dios, lo podemos hacer acercándonos a Cristo Jesús, si queremos ser salvos, lo podemos hacer a través de su sacrificio, que nos abrió la entrada al mismísimo lugar santísimo en el cielo. ¿Qué puerta puede abrir un hombre como Edir Macedo, para que podamos creer en el Dios Vivo?
Definitivamente, la mente de Dios diseñó la iglesia, Cristo vino a redimirla con su sangre, el Espíritu Santo la invistió con su poder en su nacimiento, y fue establecida por los apóstoles del Señor en Jerusalén, y no por Edir Macedo “en un tablado en el Jardín de Méier”.
Estimado lector, abra por favor los ojos ante la verdad de Dios, pues esta le hará libre de todo, del pecado y su paga, de la condenación y el castigo eterno, y también de líderes corruptos y mentirosos, que toman la fe como fuente de ganancia, condenándose y condenando a aquellos que ciegamente los siguen.
Veamos en la misma sección el siguiente párrafo:
“Con determinación y osadía, y auxiliado por un pequeño grupo de personas llenas de fe y de mucho amor por las almas, hizo nacer oficialmente esta Iglesia el 9 de julio de 1977.”
¿Se da usted cuenta?, Edir Macedo hizo nacer este grupo religioso en 1977. La Iglesia Universal no existía antes de 1977, no fue fundada por Jesucristo, no fue establecida en Jerusalén en el siglo primero, luego entonces, nos damos cuenta de porque las páginas del Nuevo Testamento no hablan de dicha iglesia.
Vemos también la total ausencia de Dios en el establecimiento de esta secta moderna; no se menciona a Dios, no se menciona la Biblia. Edir Macedo la “hizo nacer”, no con el poder de Dios, sino “auxiliado por un grupo de personas”, no con el derramamiento del Espíritu Santo, sino “con determinación y osadía”.
Demasiada osadía humana, que ignora la palabra de Dios, usurpando su potestad y burlándose de su voluntad. Para estar seguros de que la Iglesia Universal no es la iglesia que fundó Jesucristo, veamos su tercer párrafo de la mencionada sección, lo que los mismos miembros de dicha secta han puesto oficialmente:
“Cruzada del Camino Eterno, Iglesia de la Bendición y, finalmente, Iglesia Universal del Reino de Dios fueron algunos de los nombres utilizados en la formación de la actual Iglesia. El obispo, junto con otros pastores, elaboró las normas y estatutos de la IURD.”
No se requiere hacer comentario alguno sobre estas declaraciones, el mismo lector, si conoce tan solo un poco la Biblia, podrá darse cuenta del grotesco engaño de esta secta moderna y antibiblica. Así dice el Señor, hablando del poder de su fuerza:
“La cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales, sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero; y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo. “(Efesios 1.20-23)
A Jesucristo nuestro Señor le dio Dios toda la potestad en el cielo y en la tierra, El es la única cabeza del cuerpo que es la iglesia, Dios ahora nos habla por su Hijo, constituido por El en heredero de todo. Las Santas Escrituras son las únicas que pueden dar testimonio de Jesús, y son la norma dejada por Dios, que debemos escudriñar encontrando en ellas la vida eterna, y no pensando más allá de lo que está escrito.
¿Quién es Edir Macedo para “elaborar las normas y estatutos” que debe seguir la iglesia?
Con razón y de acuerdo a la Palabra de Dios, no es la Iglesia Universal del Reino de Dios la santa iglesia que fundó Jesucristo nuestro Señor.
CREENCIAS Y DOCTRINAS
Las doctrinas de la Iglesia Universal, ¿emanan de la Palabra de Dios?
“Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén. (1Pedro 4.11)
En la misma sección de su página oficial de internet, llamada “Historia y Fundamentos”, vienen a continuación varios párrafos en donde se sintetizan las doctrinas de la secta Iglesia Universal del Reino de Dios. Nuevamente, la pregunta necesaria que hacer es: ¿estas creencias y prácticas, provienen de la Biblia, son de acuerdo a la voluntad de Dios para su iglesia?
Por principio de cuentas, y como toda secta apartada de la verdad, busca justificar sus prácticas en la diversidad:
“Cada Iglesia o denominación cristiana tiene su filosofía, esto quiere decir, su manera de interpretar, entender y colocar en práctica las enseñanzas de la Biblia.”
Con esta aparentemente inofensiva frase, se intenta dar lugar a cualquier cosa que la secta quiera establecer como estatuto, ósea mandamiento, para su membrecía. No es una justificación muy alejada del tradicionalismo católico, según el cual, la iglesia tiene la facultad de decidir cómo interpretar las Escrituras y como dirigir a la comunidad religiosa.
En pocas palabras, todo grupo religioso que se aparta de la verdad, intenta sujetar a la Palabra de Dios bajo la autoridad de la iglesia, en vez de sujetar a la iglesia a la autoridad de las Santas Escrituras. Y no es de maravillarse, pues esta secta identifica su origen y procedencia de las sectas evangélicas pentecostales, según sus declaraciones:
“La Iglesia Universal del Reino de Dios tiene los mismos principios doctrinarios  de  las  demás  Iglesias  Evangélicas  Pentecostales, diferenciándose sólo en algunas costumbres y dando énfasis a algunos aspectos del ministerio del Señor Jesucristo y Sus Apóstoles.”
Como toda secta evangélica, propagan la falsa doctrina de la salvación por la fe sola:
“La justificación del hombre solamente se realiza por la fe en el Señor Jesucristo, por lo que está escrito: "Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo, por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia por la cual estamos firmes, y nos gloriamos" (Romanos 5:1-2).”
Al elegir a la fe como el único elemento de justificación, ignoran voluntariamente los pasajes que muestran los requisitos bíblicos para la salvación. Ignoran asimismo que la fe del creyente implica no solo su obediencia al evangelio de Cristo, sino su fidelidad hasta la misma muerte. Nuestro Señor también dice que el hombre será salvo si se arrepiente de sus pecados:
“Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio, (Hechos 3.19)
(Vea también Mateo 9.13; Lucas 13.3; Lucas 24.47; Hechos 2.38; Hechos 11.18; Hechos 26.20; 2Corintios 7.10)
Dios nos enseña que además de tener fe, debemos de confesarla con nuestros labios para salvarnos:
“Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. (Romanos 10.9-10)
(Vea también Mateo 10.32; Hechos 8.37; Romanos 10.13; 1Juan 4.15)
Dios además, dice que quienes han oído el evangelio y creído en Cristo, se han arrepentido de todo corazón y confesado su fe, deben ser bautizados para el perdón de sus pecados:
“Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. (Hechos 2.38)
(Vea también Mateo 28.18-20; Marcos 16.16; Juan 3.5; Hechos 22.16; 1Pedro 3.21)
Dios diseñó en el cielo el plan de redención del hombre, que no solo consistía en lo que haría El para nuestra salvación, sino también lo que el hombre debería hacer para aceptar esa salvación. En su palabra nos lo reveló, y de esa forma se salvaron los miles de creyentes que se observan en el libro de los Hechos.
Pero las sectas evangélicas modernas, salidas del catolicismo romano y siguiendo las herejías de San Agustín, afirman que el hombre no puede ni debe hacer nada para su salvación, sino que esta le viene por la fe sola. Y para propagar su falsa doctrina no solo ignoran multitud de pasajes claros y sencillos que hablan de la salvación, sino que se ven obligados a torcer otros pasajes como el que citan a continuación:
“Concluimos, pues, que el hombre es justificado por la fe sin las obras de la Ley” (Romanos 3:28). Significa que las obras asistenciales, aunque sean muy importantes dentro del cristianismo, jamás podrán conducir al hombre a la salvación.”
Yerra ridículamente la Iglesia Universal del Reino de Dios al comentar este pasaje. El pasaje no habla de “obras asistenciales”, sino de las obras de la ley, ósea los estatutos del Antiguo Testamento. Lo que Pablo está diciendo, es que nadie será salvo por obedecer los mandamientos de la Ley de Moisés, sino por seguir la fe descrita y revelada en el Nuevo Testamento.
Las obras que Dios nos manda hacer en el Nuevo Testamento no pueden considerarse “asistenciales”, sino que son esenciales para la salvación. Y si no son necesarias para la salvación, ¿entonces por qué Dios nos manda perseverar en ellas?
Más aun, si las obras que Dios manda no son para salvación, ¿entonces para qué son? Si no salvan, ¿Por qué son “muy importantes” entonces? Estimado amigo, vea usted a la luz de la sola Palabra de Dios lo errado de esta perniciosa secta evangélica en cuanto al crucial tema de la salvación. Y si este grupo religioso no puede guiarlo competentemente a la vida eterna, ¿a qué podrá guiarlo?
“Dejadlos; son ciegos guías de ciegos; y si el ciego guiare al ciego, ambos caerán en el hoyo. (Mateo 15.14)
Como secta pentecostal, cree en la vigencia del bautismo con el Espíritu Santo:
“El bautismo con el Espíritu Santo es un acto de la gracia de Dios; es una experiencia adquirida por la fe de aquel que desea la purificación y la santidad en su vida. Ese bautismo es realizado personalmente por el Señor Jesús y tiene por real evidencia la transformación del carácter humano por el carácter de Dios además de poder hablar en lenguas extrañas.”
El bautismo con el Espíritu Santo del cual habla la Biblia, no solo era un acto de la gracia de Dios, sino que también fue administrado según la voluntad soberana de Dios. Fue prometido desde los tiempos de los profetas:
“Mas esto es lo dicho por el profeta Joel: Y en los postreros días, dice Dios, Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; Vuestros jóvenes verán visiones, Y vuestros ancianos soñarán sueños; (Hechos 2.16-17)
Jesús resucitado les recuerda a los apóstoles la promesa de bautismo con el Espíritu Santo:
“Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí. Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días. (Hechos 1.4, 5)
Para los apóstoles, ese bautismo les conferiría no solo el don, sino el poder del Espíritu Santo:
“Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. (Hechos 1.8)
Ese poder, dado por señal para fructificar la obra de evangelización, estaría vigente hasta la culminación de la redacción del Nuevo Testamento (1Corintios 13.8-10), y seria dado exclusivamente por imposición de las manos de los apóstoles (Hechos 8.18).
Quienes lo recibían no podían a su vez retransmitirlo, ni sería necesario una vez teniendo toda la verdad (Juan 16.13). El bautismo con el Espíritu Santo solo ocurriría en el día de pentecostés, con los apóstoles, y en Hechos 10, para inaugurar la entrada de los gentiles al plan de salvación. No sería dejado para la posteridad, y nunca fue mandamiento, sino promesa.
Las lenguas que hablarían quienes recibieran ese don, no eran de ninguna manera “extrañas”, sino idiomas bien conocidos por quienes los escuchaban (Hechos 2.6-11).
Los pentecostales tienen a bien, desde 1901, ensalzar al bautismo con el Espíritu Santo, aunque deban para ello demeritar el bautismo en agua, que si es mandamiento y si es para salvación.
Vea su lenguaje:
“El bautismo en las aguas por inmersión, en el Nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo, no es un medio exclusivo de la salvación, sino que es parte de ella. El bautismo en las aguas es un acto de profesión de fe pública con vistas a la sepultura del cuerpo del pecado o de la naturaleza pecaminosa para vivir una nueva vida.”
¿Con que texto de la Biblia pueden los evangélicos probar que el bautismo “es un acto de profesión de fe pública”?
Ignoran la multitud de textos donde Dios dice que el bautismo es para salvación, pero afirman sin ninguna vergüenza, que es para dar testimonio público de la fe, aunque para ello deban no solo pasar por encima de la Biblia, sino decir algo que la Escritura no dice.
Por cierto, ¿Por qué no enseñan los evangélicos que las obras que no salvan son las obras de la ley del Antiguo Testamento? Sencillo: porque se dedican a hacer una mezcolanza de Escrituras, tomando el Antiguo Testamento donde les conviene, para justificar multitud de prácticas erróneas, como la música instrumental, las danzas y, por supuesto, el robo del diezmo.
El diezmo, como en las sectas Adventista del Séptimo Día, Iglesia Apostólica, entre muchas otras, son su principal medio de enriquecimiento ilícito.
Vea como hablan de él en esta porción de su página web:
“Los diezmos y las ofrendas son tan sagrados, tan santos como la Palabra de Dios. Los diezmos significan fidelidad y las ofrendas el amor del siervo hacia el Señor. No se puede disociar los diezmos y las ofrendas de la obra redentora del Señor Jesús; significan, en verdad, la sangre de los salvos en favor de aquellos que necesitan de la salvación.”
En lugar de los pasajes bíblicos que sustenten su doctrina, la secta se contenta con adherirle al diezmo todo un énfasis y un entorno más que espiritual. Llegan a afirmar que los diezmos son tan santos como la misma Palabra de Dios, palabra que pisotean en su afán satánico de despojar a las personas de su dinero y pertenencias.
¿Qué relación guardan el diezmo y el sacrificio de Cristo? ¡Ninguna! Pero con ese lenguaje, y en ocasiones amenazando a sus miembros con terribles maldiciones, logran su propósito de robarlos hasta incluso dejarlos en la ruina.
¿Qué enseña la Biblia acerca del diezmo?
El diezmo seria dado como mandamiento solo al pueblo de Israel, y sería recibido solo por los levitas:
“Así hablarás a los levitas, y les dirás: Cuando toméis de los hijos de Israel los diezmos que os he dado de ellos por vuestra heredad, vosotros presentaréis de ellos en ofrenda mecida a Jehová el diezmo de los diezmos. (Números 18.26)
Consistiría del producto del campo y del ganado, no de dinero:
“Y el diezmo de la tierra, así de la simiente de la tierra como del fruto de los árboles, de Jehová es; es cosa dedicada a Jehová. Y si alguno quisiere rescatar algo del diezmo, añadirá la quinta parte de su precio por ello. Y todo diezmo de vacas o de ovejas, de todo lo que pasa bajo la vara, el diezmo será consagrado a Jehová. (Levítico 27.30-32)
En el Nuevo Testamento, no existe mención alguna de que los cristianos diezmaran, no hay mandamiento directo, ni por inferencia podríamos asegurar que las iglesias de Cristo practicaran el diezmo. A la iglesia del Nuevo Testamento se le ordena ofrendar cada primer día de la semana:
“En cuanto a la ofrenda para los santos, haced vosotros también de la manera que ordené en las iglesias de Galacia. Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas. (1Corintios 16.1-2)
Cada cristiano debe decidir cuánto va a ofrendar:
“Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. (2Corintios 9.7)
No solo no vemos en el Nuevo Testamento a la iglesia del Señor recaudando diezmos junto a la ofrenda, tampoco ofrendaban en otro día que no fuera domingo; no habla la Biblia de la famosa ofrenda de amor, mucho menos que los predicadores anduvieran en camionetas del año y vivieran en mansiones multimillonarias, como los líderes de la secta Iglesia Universal del Reino de Dios.
Existen muchos más errores doctrinales en dicha secta neo-pentecostal, con el tiempo iremos estudiándolos a detalle, siempre a la luz de las Santas Escrituras. Lo hasta aquí es suficiente para que usted, amable lector, considere estos pasajes donde Dios habla muy claro y condena las doctrinas de la Iglesia Universal del Reino de Dios. Si usted es miembro de dicha secta, sepa que no pertenece al reino establecido por nuestro Señor, no persevera en las obras de Dios por mucho que usted lo crea, y sobre todo, no recibirá la corona de justicia que Dios ha prometido a los fieles. Si usted es cristiano, advierta a sus conocidos, según sus capacidades, acerca de esta temible secta.
Y si usted es una persona interesada en Cristo Jesús y su evangelio, tenga cuidado, camine con la luz de la Palabra de Dios. No sea uno más de quienes han perdido poco, o en ocasiones todo su patrimonio con el lavado de cerebro y la manipulación religiosa y psicológica de estos criminales buscados por la justicia de varios países americanos, la secta Iglesia Universal del Reino de Dios.

La Iglesia de Cristo
En Barrio Bolívar, transversal “C” casa #17(Maturín-Venezuela)
Le invitamos:
Horario de reuniones:
Domingos 9:00 am .Adoración

Programa Radial:”FRENTE A LA BIBLIA “
Todos los jueves a las 8:00 am por la emisora comunitaria 105.5 FM “VIA DE ESCAPE
Descargar estudio
https://www.4shared.com/office/PO2Ye4qkce/PARE_DE_SUFRIR.html

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